Recordaréis que hace unas semanas acudimos al Conservatorio de Música y Danza de Gijón para acudir a una clase de sexto de danza. Aprovechando que uno de los ballets más importantes del mundo está en Gijón este fin de semana, no quise que las alumnas y los dos alumnos de sexto perdieran la oportunidad de acudir a un ensayo, poder compartir sus experiencias con los bailarines y presenciar más tarde la representación “Giselle” en el Teatro Jovellanos.

El Ballet de Moscú es una de las compañías de danza más importante del mundo, con más de dos mil representaciones a lo largo de sesenta países. Fue fundado en 1989 por el bailarín Timur Fayziev, tras haberse retirado de los escenarios y crear su propia academia. De esta manera, daba continuidad profesional a los estudiantes de su escuela.

Fayziev se graduó en la Academia de Ballet del Teatro Bolshoi y continuó sus estudios en el Teatro Stanislavsky, donde trabajó durante vistos décadas. Como solista ha destacado en obras como Coppelia o La Cenicienta. Su mayor reto ha sido trasladar a la danza el legado del método Stanislavsky, rechazando el apoyo excesivo de las escenografías, del vestuario o de los movimientos perfectos pero fríos de los bailarines. Esos movimientos han de edificarse desde el interior, sobre sólidos sentimientos.

Estrenada en 1841 en la Ópera de París, Giselle es una de las obras maestras del Romanticismo. La protagonista es una joven y hermosa campesina de los valles del Rhin, cuyo máxima aspiración es bailar. Su madre reprime ese deseo, ante la débil salud de su hija, temiendo que muera doncella antes de su boda y se convierta en una Willi (espíritu nocturno que mata a los hombres que se adentran en el bosque tras la media noche). La tragedia se fragua tras convertirse en el blanco del amor de dos jóvenes, Hilarión y Albrecht.

Esta tarde, los alumnos pudieron presenciar el ensayo de Cristina Terentiev y Alexei Terentiev, solistas de Giselle, así como de todo el elenco de la obra. La clase de barra, los ejercicios de centro y pequeñas piezas del espectáculo que dos horas después llenaría el Teatro Jovellanos.